¿Os habéis dado cuenta de que las fechas qué mas molan del año están siempre marcadas por el trinomio dieta/atiborrarse/dieta?
En noviembre ya se empieza con la puesta a punto para deslumbrar con nuestro vestido de Nochevieja. En Navidad nos dan permiso para comer hasta reventar, pero el 6 de enero, cuando ni siquiera has terminado de tragar el último trozo de roscón de Reyes, ya empiezan las dietas depurativas para librarnos de los excesos de la Navidad.
Y en verano igual, desde marzo con la operación bikini, durante el verano te pones fina de cena en cena y de caña en caña y, de repente, llega septiembre y se acaba la diversión. Por si el fin de las vacaciones no fuera suficientemente duro, te bombardean con más dietas y promociones en gimnasios.
No sé vosotras, pero yo hace unos años que me negué a que las editoras de belleza de las revistas decidan por su cuenta qué meses del año tengo que estar más delgada. 🙂
Así que, como en El sofá amarillo somos mucho de guarrear, hoy os traemos un picoteo de los más delicioso para endulzar esta primera semana de septiembre.
Sí, ¡golosinas! Caseras, deliciosas, más sanas que las compradas y muy fáciles de hacer. ¿Nos ponemos manos a la obra? He adaptado las cantidades de la receta americana, por eso son un poco raras.
Necesitamos:
6 sobres de gelatina neutra
240 ml de agua fría
350 ml de agua hirviendo
520 gramos de azúcar
1 o 2 gotas de extracto de sabores (limón, menta, fresa…)
1 o 2 gotas de colorante
Azucar para decorar
Primero tenemos que ablandar la gelatina en agua fría durante 5 minutos. Después añadimos el agua hirviendo y removemos hasta que se disuelva por completo. Añadimos el azúcar, removemos bien y lo llevamos a ebullición a fuego medio-alto. Lo dejamos hervir durante 25 minutos sin dejar de remover.
Después, vertermos la mezcla en los moldes y añadimos el extracto y el colorante que queramos a cada recipiente. Lo cubrimos y lo dejamos en la nevera toda la noche.
En la receta original de Bakerella utilizan moldes grandes, así que después hay que cortar cada bloque en dados con un cuchillo mojado en agua caliente. Yo creo que se podrían utilizar cubiteras pequeñas, e incluso con formas divertidas.
Luego pasamos cada cubo por azúcar hasta que esté bien cubierto, los colocamos sobre papel de horno y los dejamos a temperatura ambiente durante dos días para que se cristalicen.
¿Se podrán hacer con picapica también? Mmmmm…
Si queréis más detalles, está todo en la página de Bakerella.
gema says
Me encantan las golosinas caseras! Las vuestras han quedado chulisimas con ese colorido!
El sofá amarillo says
Jaja, las fotos son de Bakerella, nuestro arte fotográfico aún no llega a tanto... pero todo llegará! 😀
Superkitina says
Oy por dios que maravilla! las fotos son preciosas! yo lo intenté una vez con otra receta y fue un fracaso porque no conseguí desmoldar las gominolas de la cubitera.... tendré que intentarlo con esta. gracias!
El sofá amarillo says
Si no se pueden desmoldar, siempre te las puedes comer con una cucharilla! 🙂
baballa says
yo las hice con la termo y quedaron genial genial!!
El sofá amarillo says
¡Lucía, receta ya!
Meliuli says
Nosotros hemos usado alguna vez ácido cítrico para el efecto pica-pica... mmm!!!
El sofá amarillo says
No se nos había ocurrido, me lo apunto. Mil gracias!