Ya estamos en casa. Ya están las mochiles deshechas, la ropa en la lavadora y las sandalias recogidas. Las fotos están descargadas, las cuentas hechas y el correo revisado. Es increíble cómo, en solo dos días, todos los sabores, los olores, las prisas, los madrugones, las interminables horas en autobús, las vistas maravillosas, las puestas…