Últimamente me ha dado la vena horticultora y estoy que no paro. Bueno, en realidad es la cabeza la que no para de dar vueltas, porque luego no lo estoy llevando apenas a la práctica. Primero fue el huerto urbano que le regalé a Iván en Navidad (tengo pendiente contaros los detalles). Luego fueron los…