Natalia y Marcos se casaron en agosto. Fueron los protagonistas de nuestra primera boda como empresa y confiaron en El sofá amarillo desde el principio, así que siempre será una de las más especiales para nosotras.
Natalia quería una boda muy campestre, muy sencilla y sin artificios, tal y como es ella. Con flores silvestres, sillas sin vestir y sin alfombra, todo muy, muy natural. Y parece que conseguimos captar perfectamente el espíritu de la pareja, porque todo el mundo que se acercaba nos decía que la boda era «totalmene ellos». ¡Cómo nos gusta que nos digan eso!
Las invitaciones, como el resto de la papelería, meseros, etiquetas, minutas, carteles y demás, fueron obra de la diseñadora gráfica Marta Conde, hermana del novio. Si queréis su contacto, solo tenéis que pedírnoslo.
Para la ceremonia, Natalia y Marcos eligieron como escenario la casa rural Os Trintas, con un entorno encantador y un personal aún más encantador que nos facilitó muchísimo el trabajo y se prestó a colaborar con nosotras desde el principio. Teníais que vernos meses atrás, recorriendo la casa rural con la novia y gritando «¡me encanta ese baúl!», «¡me encanta ese atril!», «¡me encanta esa mesa!», «¡me encanta ese banco!». Piezas y mobiliario casi centenarios que nos prestaron encantados y que sacamos al jardín para decorarlo todo.
A la entrada, una preciosa señal de madera construida por el padre de la novia recibía a los invitados.
Lo más curioso de la ceremonia es que los novios quisieron sentarse mirando hacia los invitados y no de espaldas. Natalia decía que no quería perderse los gestos, las risas ni las lágrimas de nadie, y nos pareció una idea genial. Además, como el sol de agosto en Orense es tremendo, decidimos poner a los novios «bajo cubierta», en un cenador de madera con una tela muy suave y ligera que aportaba sombra y le daba un aire muy romántico. Los tarros de cristal con flores blancas y rosas colgando aquí y allá y un antiguo baúl con un leñero de esparto y las iniciales blanditas de los novios completaban la decoración.
Y, por supuesto, también pensamos en la comodidad del resto de invitados, que estaban bien equipados con sombrillas y botellas de agua, que colocamos en un enorme caldero metálico con 15 kilos de hielo.
Y hasta aquí llega la ceremonia, el lunes os enseñaremos las fotos de la comida y de la fiesta. Todas estas fotos las hemos hecho nosotras, y podéis usarlas siempre que citéis la fuente. Como siempre, podéis pinchar en ellas para verlas más grandes. Y, dentro de nada, ¡las fotos oficiales! ¡Viva! 🙂
¡Un beso enorme y feliz fin de semana!
Miguélez Vila says
Que no me oiga mi marido, pero me gustaría volver a casarme, ¡qué cosas tan bonitas!
El sofá amarillo says
Huy, pues no nos lo digas dos veces, todo es ponerse. 🙂
angi says
pre-cio-sa!!!
El sofá amarillo says
¡¡¡Gra-cias!!! 😀
Natalia says
Fue perfecto! Las chicas de El sofá amarillo tienen un montón de buenas ideas, supieron llevar a cabo las nuestras y además nos quitaron muchísimo trabajo, así que les estaremos eternamente agradecidos! Os las recomendamos!!
El sofá amarillo says
Jajaja, cielo, así da gusto. ¡Y lo bien que nos lo pasamos! Los cuchufellos podrían dedicarse a amenizar bodas. 🙂
gema says
Es preciosaaa!!! Estoy deseando ver las fotos de la comida y los dulces!!! :))
El sofá amarillo says
En esta no hubo mesa de dulces, pero hubo mesa de fotos. Ya verás. 🙂