En Navidad os conté por Instagram que la camelia era mi flor favoritísima de invierno. Y hoy os cuento cuál es mi segunda flor favoritísima de esta época: las mimosas. Son tan delicadas, tan pequeñitas, tan suaves, tan perfumadas y tan amarillas que me vuelven loca. Son alegría absoluta en medio del rigor del invierno, de la lluvia y las ramas peladas. Son casi optimistas, como si te dijeran «eh, míranos, tan delicadas y aquí aguantando como jabatas en enero y tú quejándote del frío». Sus pequeños pomponcitos me acompañan ya en casa y me hacen feliz cada vez que los miro.
Son una flor increíble para las bodas y muy agradecida, tres ramitas en un jarrón y ya quedan ideales. No necesitan nada más. Y no sé si es cosa mía pero al ser bolitas me dan una sensación de abrigado y de calor que me parece que va genial con cualquier boda de frío. ¡Que casarse en invierno no son solo piñas y color blanco! 🙂 ¿Queréis algunas ideas? Vengo cargada, energía de lunes.
Podéis encontrar la fuente de todas las fotos en nuestro Pinterest.
Ya sabéis de sobra que con el amarillo no soy imparcial, pero me encanta ver cómo un color en principio veraniego y una flor que quedaría genial en primavera forman un tándem tan perfecto para dar luz y alegría a una boda en pleno invierno y nos quitan todos los prejuicios sobre lo que pega en cada estación.
¿Ya habéis llenado vuestra casa de mimosas? Yo me quedo aquí, muriéndome de ganas de tener una boda en invierno. Novias del mundo, hacedme feliz, que quiero mimosas y nieve (pssst, que hasta tenemos precios especiales para vosotros…).
¡Un beso gigante y feliz lunes!
Indara
Little Muna says
Son tan delicadas y tan frágiles pero con el amarillo tan intenso matan cualquier signo de debilidad. Es emocionante ver como algo tan pequeñito sobrevivo en medio del invierno. En casa las tenemos todo el año porque secamos varios ramos de mimosas así disfrutamos de ellas en invierno, primavera, verano y otoño, las 4 estaciones:)
eventospersonalizadosblog says
Nunca he tenido mimosas en casa, pero viendo lo bien que queda y color que dan, me voy a animar!!!
Un buen post para empezar el lunes con energía!!
www.eventospersonalizadosblog.wordpress.com
Chus says
Me encantan las mimosas, en la casa que viví de pequeña teníamos 5 árboles que daban a mi ventana así que siempre hemos tenido ramos de mimosas. Pero qué bien lo has descrito !!!! pequeños pompones que dan sensación de abrigaditos, tengo que conseguir un ramito como sea. Besos.
sialsiquiero says
Me encantan las flores que no son flor...me explico??jaja
Sí al sí quiero
Lydiagdios says
Mira q a mi nunca me ha gustado el amarillo... Pero tengo que reconocer que algunas fotos enamoran!! Al final sere adicta al amarillo jiji
Buen lunes!!!
Conchi says
El amarillo es mi color favorito y creo que bien coordinado es de lo más elegante.
Mimosas por aquí no se ven, pero tengo unas ramas con flores amarillas en casa (que no sé de dónde las sacó la chica de mi floristería favorita) que me hacen feliz cada mañana
Pilar de En la caja Azul says
Pues son preciosas no me extraña que te gusten tanto son calidas elegantes y romanticas, y alegres ademas... para una boda perfectas... las buscare y ya que aun no hay bodas pondre en casa... ya sabes a falta de pan 😉
Laura says
Las mimosas son preciosas. Dan un toque de color muy especial!
Besos.^^
Laura
Pilar says
A mí también me encantan. ¿Has probado el perfume Summer de Kenzo? Es una esencia de mimosa pura, muy adictiva!
http://secondopilar.blogspot.com.es/
maria a. says
Desde luego alegran cualquier rincón de la casa. En Italia (soy de ahí) aparecen en marzo y es el símbolo de la Festa della Donna, es decir de la mujer.
Lola says
Me encantan las mimosas... tienen un aroma sutil pero exquisito... Y si nos fijamos bien.... muchas de las floraciones en invierno son en amarillo.... será para iluminar el frío invierno??? jajajaja
Besos
La Sonrisa Creativa
carmen says
qué fotos más chulas!! dónde puedo encontrar mimosas?' Alguna sabe?
muchas gracias
milcosasquecontar says
A mí me encantan las mimosas, pero ten cuidado antes de regalarselas a alguien. Recuerdo que una vez teníamos un ramo de mimosas en la tienda de mi madre y mucha gente cuando entrada decía que daban mala suerte. Mi madre no cree en estas cosas, pero por si acaso y por dejar de oir a las clientas, lo quitó