Señoras y señoras, les presento a las familias de Lucía Be y El sofá amarillo a bordo con Iberia.
Viajar, wanderlust, voyageur, un mapa, un globo del mundo, un avión de papel… siempre que fantaseo con mi primer tattoo (aún no he conseguido armarme de valor) son las primeras ideas que se me vienen a la cabeza.
Siempre supe que, si alguna pasión quería inculcarles a mis hijos, son las de leer y viajar. Lo de leer de momento no acaba de cuajar, ahí vamos, renqueando. Lo de viajar parece que lo llevan en las venas. Al fin y al cabo, la historia de nuestra familia empezó de viaje y con un viaje. De ida a un país desconocido para nosotros, de vuelta a un país desconocido para ellos.
Desde hace años no sé vivir sin la idea de un viaje en perspectiva. Termina uno y, ya en el avión de vuelta, estoy pensando en el siguiente. Siempre, siempre hay algo en el horizonte. Aunque falte un año. Y no vean ustedes lo que ayuda eso en los días en que servidora está en modo cortamiento de venas hasta arriba de bodas, deberes, lluvia, niños peleones y caos organizativo en casa.
Bueno, no pasa nada, en tres meses nos vamos a Lisboa. O a Marruecos. ¡O a París!
A París (¡y a Disney!) nos fuimos con Iberia, y con mi amiga Lucia Be y su prole, y no hay momento en el que hablemos de un nuevo viaje y no salga a relucir algo del avión, de la grabación del vídeo de Iberia, de los paxaritos Be, del Mickey Mouse esquivo que se resistía a aparecer o de las espadas láser que funcionan como recuerdo continuo en mi casa de cuánto disfrutamos y que hacen ruido y que jajá jijí muchas veces quiero tirar por la ventana.
Iberia quería grabar un vídeo en la T4 sobre cómo viajar con niños, los pasos a seguir desde que llegas al aeropuerto hasta que aterrizas y consejos importantes que les vendrán genial a las familias a la hora de meterte en este pequeño gran embolao que es el mix niños + avión + esperas + nervios + poco sitio para moverse.
Y para eso nos reclutaron a las dos familias y, como premio final, nos llevaron tres días en Disneyland París que disfrutamos como enanas (las dos madres especialmente, ejemmmm) y que ya habéis seguido en Instagram. Si lo queréis recordar, #aventuggasenPaggis. Que ahora busco el hashtag y lo leo y lloro de risa al recordarlo. ¡Quitaaaaaa niñoooo!
Fueron un montón de horas de grabación en la terminal entre divertidísimas y medio muertos de vergüenza y los niños ojipláticos con el despliegue de cámaras. Ahora pasáis por aquí, ahora haz que la azafata del mostrador te da el billete, señalad a la pantalla como buscando vuestro vuelo, ahora pliegas el carro, ahora juegan en el tobogán.
Aún no me creo lo bien que se portaron, hasta Miguel y Juanito con lo pequeñitos que son hicieron su papel de maravilla, tan formalitos. Creo que el premio de ir a Disney los tenía a los cinco tan hipnotizados que no se les movía ni un pelo.
Y no sé si fliparon más con la grabación o hace una semana cuando nos enviaron el resultado final y se vieron ahí en YouTube, tenía que haberles hecho una foto a sus caras, Bogui no cerraba la boca! Aquí lo tienen ustedes, sean buenos por Dios, que somos actores primerizos!
Hay varias ideas muy geniales como que se lleven su peluche favorito o, atención celiaquitos, por la parte que me toca, la posibilidad de elegir con anterioridad el menú que te servirán. Pero los míos no están en edad de carritos ni potitos, así que no les daré consejos sobre eso, ni sobre el vuelo porque ya está todo genial explicado en el vídeo.
Pero sí, si os apetece leerlo, sobre lo que a mí me funciona genial con niños más mayores (8, 9 y 11 en concreto) que ya se enteran de lo que les espera, que opinan y tienen sus propios gustos, y que me ha ayudado a despertar en ellos la fiebre del oro viajera.
- Ahorrar. La hucha del viaje. Cada viaje tiene su propia hucha, que decoramos y ponemos bonita con el nombre del destino. Y cada moneda que les cae de los abuelos o de amigos va a parar al mismo sitio. A veces metemos algo nosotros también para que sea más emocionante al abrirla. El año pasado con la hucha de Marruecos nos invitaron a cenar la última noche a un restaurante que eligieron ellos. ¡Y estaban tan orgullosos! La familia que ahorra unida permanece unida. 😀
- Aprender. Buscar el destino en el mapa, aprender cosas divertidas sobre el país y sobre gente importante de ese lugar, a saludar o a pedir por favor en el idioma si es diferente, las comidas típicas, mirar webs, guías de viajes para niños y pelis que estén relacionadas con lo que vamos a hacer. Con Lisboa aprendimos, de casualidad pura, un montón de cosas de Pessoa (el del sombrero, mamá) porque estaba por todas partes. Y con Francia teníamos la excusa perfecta para ver Amelie y Un americano en París. La preparación del viaje puede molar tanto como el viaje en sí. Y dura más.
- Delegar. Enseñarles a moverse y dejar que dirijan. En el aeropuerto, por ejemplo, tienen que saber ellos cómo buscar los vuelos en la pantalla, por dónde se va a las puertas de embarque, qué se tienen que sacar en el control de equipajes, que sean capaces de seguir las indicaciones para la salida, los baños o los taxis… Si vamos a un destino con metro (o con red de autobuses fácil) que busquen en el mapa cómo llegar de un sitio a otro. En el hotel, que nos lleven a la sala de los desayunos. Con el mapa, intentar que se orienten, algo que para mí es misión imposible. Es un juego y espabilan que da gusto.
- Elegir. Dejarles que elijan alguna actividad. Ese parque que tiene pintaza, esa playa que mola, esos tatuajes de henna que se mueren por ponerse, algo de comida que quieran probar, o que escojan ellos entre dos hoteles o dos apartamentos si os da igual uno que otro. Dejar que formen parte de la organización a los míos les chifla. Ah, y darles algo de dinero (poco) para gastar en todo el viaje. En Disney y lugares de compra de ansia viva es fundamental poner un límite, pero en cualquier destino es genial y buscan y rebuscan hasta que encuentran lo que quieren.
De Disneyland París y de Iberia, qué les voy a contar. Todo facilidades, trato increíble con los niños y agradecimiento infinito a la gente que te hace la vida más fácil. Han pasado varios meses pero recordando las fotos, encontré un texto que escribí allí en plena emoción máxima y que sigue reflejando perfectamente el resumen de nuestros sentimientos.
Espero que lo hayan disfrutado, que les sea útil y que se alegren mucho por nuestra aventura familiar y esta oportunidad tan genial, que sé que sí. 🙂 Solo tenemos ya una petición, y es que Luci y yo vemos ULTRANECESARIO hacer un vídeo de cómo viajar con niños en viajes internacionales. Iberia, que nos queremos ir a NYC. ¿Verdad que os sería a todos muy muy útil?
Un beso enorme y feliiiiz miércoles con olor a primavera!
Indara
b says
El detalle de la hucha me ha encantado.
Yo me hice hace meses con una en forma de nube con un tratamiento especial que te permite escribir en ella con un rotulador especial.
😉
Sarah Gibrán www.mbfestudio.com says
Vaya dos familias guapas, nosotros también adoramos viajar, aunque últimamente no podemos viajar por cuestiones de salud asi que hemos cambiado viajes por cenas tematicas y la hucha de los viajes por hucha de sueños, siempre nos quedarán los documentales y los blogs 🙂 Un besoteeee